Para las empresas, sin importar su tamaño, contar con una debida planeación y proyección financiera es necesario para lograr tener un control de flujo y presupuesto que no ponga en riesgo las operaciones así como optimice los recursos con los que se cuenta.
Lograrlo es posible a partir de la toma acertada en las decisiones para gestionar los recursos, así como sumar alianzas que permitan lograr alcanzar las metas fijadas por la empresa.
Analizar la situación financiera actual es el primer paso a seguir. Contar con los activos y pasivos reales de la empresa y proyección de gastos es necesario para lograr generar una estrategia exitosa.
Inicia con lo básico como son los gastos o pasivos. Enlista el concepto, monto y fechas de pago como son arrendamiento de oficinas, pago de servicios, nóminas, créditos o deudas si las hay, impuestos, seguridad social; y pago a terceros, entre otros.
Ahora enumera tus activos iniciando con el saldo bancario de la empresa, el recurso en la caja chica, las cuentas por cobrar, los inventarios actuales.
En un tercer listado, los riesgos. Entre ellos pueden estar los recursos que no has logrado recuperar pero que de hacerlo pueden generarte una ventaja administrativa y competitiva como puede ser la cartera vencida. Para este caso es de gran relevancia no perder tiempo en dar la tarea a personal para lograr la recuperación, es óptimo delegar a un tercero esa tarea. Recuerda que lo más importante para tu empresa son las ventas por parte de tu personal.
Ya teniendo este panorama, es posible generar una planeación más cercana a la realidad corporativa, esto te permite implementar acciones que generen beneficios reales y tangibles programados para así lograr llegar a las metas.